
Los textos de Lis Claverie despiertan curiosidad e intriga en el lector.
La intensidad y tensión de su narrativa, sumadas al énfasis del tono emocional de las historias, involucran y atrapan al lector de manera sutil. A su estilo fluido, su riqueza de vocabulario y su prosa poética, salpicada con imágenes originales, se añaden la ironía, el humor reflexivo, los giros imprevistos y los finales inesperados o mordaces.
En cuanto a los personajes de sus obras, es oportuno subrayar su habilidad para crear y retratar personajes impregnados de profundidad psicológica: ellos son reales y creíbles; en algunos casos, desopilantes. Imposible no sentir empatía por ellos, porque la narradora logra que el lector entre en la piel de sus protagonistas y pase de la compasión a la rabia o del sarcasmo a la pena.
Nadie queda ajeno o no es tocado por sus historias.
Mercedes Carreira
