¡POR UN FELIZ 2019, SIN PUERTO!

Vísperas de alumbramiento.
Sacudiré el polvo de mis zapatos
después de haber tirado odres viejos
—cosas hay que no pueden arreglarse,
ni aun con remiendos nuevos—.
Soltaré lastre y enfilaré proas
al Oriente, el lugar donde el sol nace
y nada, nada está muriendo.
Mi nave irá ligera, acariciará
los mares, besará los vientos,
ya no habrá ponientes a mi espalda
y mi viaje, mi viaje… ¡no tendrá puerto!
"SIN PUERTO"
Tags: