DE VEZ EN CUANDO, REALIDAD Y CRUEL
Salir de tu casa todos los días, dirigirte hacia el auto y ver que las palomas, sin tregua, te dejan sus desechos encima del vehículo; echarle mano a la billetera, hacer techar una pérgola doble, perder luz natural y resignar las preciosas glicinas, para que las palomas no se salgan con la suya... Comprobar, después que se fueron los albañiles, que no eran palomas, no, no, no. ¡Es un tordooo que te mira desde el techo del autooo! ¿Y ahora? 🤦🏻♀️

Tags: